Juan Baraja trabaja con las relaciones que surgen entre la arquitectura y la gestión del espacio a través de la fotografía.
El recorrido y las vivencias del ser humano en los espacios construidos perpetuan una relación emocional sobre la que Baraja reflexiona desde ámbitos y puntos de vista muy diferentes. Estructuras, material y luz construyen estos lugares.
La composición precisa y cuidada para cada imagen caracterizan el resultado del análisis que realiza el fotógrafo, sin olvidar el sentimiento surgido en cada lugar a partir de la propia experiencia. Y es que, tanto líneas como elementos constructivos, lejos de aparentar novedad, muestran la mirada subjetiva de Baraja, donde la luz juega un papel esencial, característica no sólo de la atmósfera del lugar, sino de la propia técnica fotográfica.
Nos adentramos en un paisaje minuciosamente estudiado que trasciende más allá del lugar específico y permite fijar la atención en cada detalle.
No cabe duda a cerca de su particular metodología de trabajo, esa que impone siempre un ritmo lento necesario para dedicarle a cada toma el tiempo suficiente, la que ordena y fija el pensamiento para su posterior traslación al formato definitivo.